jueves, 11 de mayo de 2017

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Hoy abro una nueva página en la imaginación expandida,
hoy comprendo que la muerte es el paso a la inmortalidad del alma.
Logro captar imágenes frágiles, maleables
en las que puedo editar fragmentos removidos de lo que nunca pasará

Las formas libres revelan la identidad
del humo sabio que vuela, aparentemente inadvertido,
al fugarse de tu mente.
Y al personalizar este acto sublime,
las fracciones de tela absorben la materia necesaria para esclavizar los muros .
Y en medio del templo sagrado y profano,
una  estatua se va agrietando,
sus pequeñas partículas se expanden creando millones de laberintos
que separan ,
aunque el alma no conozca espacio ni tiempo, ni siquiera colores.

Volando entre hechizos vacíos navego en el aire,
para verte en tu cárcel.

jueves, 29 de enero de 2015

De muñecas y sangre

El viernes a las cuatro de la mañana, Melina Juárez limpiaba cuidadosamente la última pieza de su décimo crimen “perfecto”. Se detuvo ante el brillante metal punzante sobre el que escurría una tímida gota de sangre perpetuándose en el reflejo de su hermoso rostro. Ahí mismo se vio quince años atrás, limpiando las manchas de sangre en su cara, luego de extirpar con sus propias manos el abundante acné que le hizo dueña de una frustración infinita y merecedora de múltiples apodos dolorosos que acompañaban rechazos.





La tarde del jueves escuchó un nuevo apodo en las noticias. Le habían nombrado la Muñeca Sangrienta y su fama de asesina serial se resumía en homicidios brutales y restos de víctimas finamente acomodados dentro de cajas de Barbie, con una pequeña tarjeta blanca en la que reposaba un beso rojo.




La figura de Barbie es un referente cultural traducido en la ilusión de muchas niñas que, desde pequeñas, crecen con la idea de un estereotipo de belleza. En Barbie ven el símbolo de la mujer moderna y exitosa. Pero qué se esconde tras esa mirada banal y superflua. Qué pasa con las niñas que no reúnen las condiciones físicas para ser una Barbie.


¿Existe el complejo Barbie?



 La fotógrafa Mariel Clayton se va más allá de la inocente sonrisa para ver que esconde Barbie, y descubre “su lado oscuro”.

La serie, El lado oscuro de Barbie, deja a la vista el secreto más sangriento de la adorable muñeca, sacándola de su fachada perfecta y haciéndola protagonista de las más retorcidas ideas. Y es que en un mundo tan rosa, donde el ideal masculino se ve reflejado en un “Ken”, ¿Quién no podría volverse un asesino serial?



Cuando era niña, Melina siempre recibió de regalo hermosas muñecas que le ayudarían a reconocer exactamente lo que físicamente era contrario a ella. Su madre optó por esconderlas para evitar los trastornos que posteriormente podría llegar a sufrir, así Melina se acostumbró a jugar sólo con su imaginación y fijó como meta ser su propia Barbie.




Le tomó mucho tiempo, esfuerzo y dinero convertirse en una verdadera muñeca, pero logro ser el estereotipo de mujer ideal. La ex niña fea salió a la calle con el sabor que deja la venganza, se vengaba de un mundo que no le había dado nada. Ella construyó todo lo que era, y se sentía poderosa, superior, su belleza le pertenecía y hasta cierto punto le atormentaba.

Esa Noche en la Belle Epoque, se sentó a la luz de las velas, y le pareció distinguir en la barra a Santiago Bustillos, el verdugo autor de sus apodos adolescentes. Con un Cosmopolitan en la mano, se acercó y preguntó si en efecto se trataba de él. El hombre, con un gesto de asombro ante la despampanante Barbie, asintió y pidió otro trago para ella.


 


La policía llegó y ya había pasado al menos una semana, estaba todo completamente pulcro en la casa del sujeto que identificaron como Rubén Ponce, cuyos únicos restos reposaban dentro de una antigua caja de Barbie. Sólo un par de testigos le vieron salir de la Belle Epoque con una hermosa rubia que le confundió con un viejo conocido.









La vida del superhéroe moderno

Se puso su casco pintado de azul, tomó el escudo de lata y posó unos segundo frente al retrovisor de su vieja motocicleta, admirando el bordado en el pecho que finamente había terminado su madre esa misma tarde.  El traje ya estaba listo, él también estaba preparado para su segunda semana de patrullaje, esta vez con un uniforme mucho más completo, que bien le hacía lucir como la versión latinoamericana del Capitán América, así continuaba su orgullosa carrera el “Capitán Fulano".


Ese lunes, salió a recorrer las calles en su moto, que emulaba sin duda el sonido del Batimóvil.  Se sentía parte de esa consecuencia social que nos ha llevado a tomar la justicia en nuestras propias manos.  Todos los días patrullaba las calles de Nueva Macondo ayudando como podía; desde recoger latas vacías de cerveza,  hasta avisar a la policía sobre otros delitos in fraganti.

  
El Capitán Fulano cada día cobraba más popularidad, 
fue entrevistado en varias ocasiones por Grito TV donde narraban sus hazañas como un collage que bailaba entre la burla y el asombro, ahí comentó en repetidas oportunidades su proyecto de abrir algunas escuelas de superhéroes en la ciudad.


 


Pero qué se siente ser un superhéroe desde el anonimato.  Pensó en Superman lavando el baño, en Spiderman tomando cerveza o colgando sus disfraces. Cómo era el entrenamiento de Batman.  Ese tampoco tenía superpoderes, mmm… Claro, pero tenía mucho dinero, el dinero era el principal poder, y él  ni siquiera podía tener un chaleco y máscara antibalas, por cuestiones de peso,  (y con esto no pensaba en “Kg.” Sino en “$”)







El fotógrafo Gregg Segal También imaginó a estos clásicos superhéroes en situaciones que rayan en lo cotidiano.  Su serie, Superhéroes en casa, trata de resaltar el contraste de lo fantástico y lo mundano. Aunque están disfrazados, los héroes anónimos son desenmascarados por la vulgaridad de sus casas y sus tareas rutinarias.








La noche del viernes, luego de su última entrevista en Grito TV, el Capitán Fulano juró erradicar el crimen en su comunidad, y rompiendo la primera norma de un superhéroe. “la discreción”, dio un ultimátum a los chicos que andaban por el Parque Misterio, en cosas raras. Un par de horas después, en los alrededores de la Calle Peligro, el Capitán Fulano sintió el ardor de un frío metal en su nuca.Vio como se acercaban tres chicos de gesto poco amigable y recordó que los superhéroes no venían a esta parte del mundo.

El fin de semana, no se sintió la motocicleta del Capitán Fulano, ni los días siguientes le vieron desfilar orgullosamente. El último reporte de Grito TV fue en el Parque Misterio, donde encontraron el pantalón azul del Fulano, aún con rastros de susto y orina.



  




miércoles, 24 de diciembre de 2014

Esas luces musicales

"El sonido agudo y desentonado de esas luces musicales". 
Hoy lo escuché y no pude dejar de verme escondido detrás del arbolito, con 7 años de edad, moviendo el pequeño control que traían esas instalaciones chinas, baratas y callejeras que llenaron mi infancia de Navidad.
Hoy escuché Rodolfo el reno, tarareada por el sonido sintético de pocos matices musicales, no sé de donde venía, pero estaba seguro que venía de mi casa, de mi pasado. Venía de esa felicidad envolvente que reinaba en el 120 de la cuadra, donde me deleitaba con el olor a papel de regalo abierto, olor a hallaca, a ponche de crema, a pernil relleno, a pólvora quemada.
No reinaban los lujos en esa casa, pero reinaba yo, un pequeño en el que habían puesto mucho cariño, cariño de esa familia hermosa que aunque no estrenara vestido, siempre se aseguraba de que yo estrenara ilusiones.


viernes, 19 de diciembre de 2014

El Complot

Ella llegó, yo estaba solo, venía con él, como era lo esperado.  Lo saludé, me saludó, olimos nuestra ansiedad, hubo un silencio incómodo que se rompió en un microsegundo. 

Estábamos ahí, ella y yo nos mirábamos, nuestras miradas subían el tono, pero nuestra boca permanecía clausurada.  El hablaba, hablaba mucho, hablaba para no enfrentar ese silencio que enlutaba sus ilusiones.

En medio de su monólogo apaciguador ella y yo permanecíamos inmóviles, inspeccionando cada detalle de nuestro cuerpo, todo lo que había cambiado, pero seguía siendo igual, veíamos detalladamente las marcas de muchas noches, de muchos días, de muchos mensajes de texto, de tantas conversaciones inconclusas.  Nos mirábamos también por dentro, luego de tantos años podíamos seguir mirándonos.

No sé en qué momento él desapareció, o ella y yo desaparecimos, pero la tertulia sólo fue entre nosotros.  Desde el silencio gritón de nuestros ojos nos pusimos al día.  Era imposible estar tan separados, pero a la vez tan cerca.  Era imposible pensar que el mismo tiempo que nos había alejado, en esta oportunidad, había hecho todo un complot para hacernos crecer de la misma manera, buscando el mismo camino, rozando en direcciones paralelas, en distintos lugares, con diferentes personas, pero con el mismo resultado.

Avanzada la noche la complicidad era mucho más violenta y evidente,  así que decidí esconderme en mi habitación.  La puerta se abrió en la madrugada, sentí sus ojos azules como elocuentes oradores que aterrizaban ese maravilloso speech de amor.  Devolví la mirada durante miles de segundos y con un beso profundo nos obligamos a guardar distancia, y dejar todo en manos del misterio.  

El misterio seguía siendo un misterio.  Resuelto, pero oculto en un gran complot, para que el mundo pudiese dormir tranquilo.